El arzobispo emérito de la arquidiócesis potosina Arturo Antonio Szymanski Ramírez fue despedido con una misa solemne en la catedral metropolitana, encabezada por el arzobispo potosino Jesús Carlos Cabrero Romero, y a la que asistieron el Gobernador del Estado y la Presidenta de la Junta Directiva del DIF Estatal.
El jefe del Ejecutivo resaltó el importante aporte social a nuestra comunidad no solo en el aspecto religioso, con alcances que impactan a las nuevas generaciones.
Estuvieron presentes el obispo emérito de la diócesis de la capital del país, Norberto Rivera Carrera, el arzobispo emérito Luis Morales Reyes, personajes públicos e integrantes del clero potosino, entre ellos el vocero del arzobispado Juan Jesús Priego Rivera.
Durante la eucaristía, el representante jurídico de la arquidiócesis Marco Antonio Luna Aguilar acompañó en todo momento al mandatario estatal y su esposa, quienes despidieron hasta su última morada en la propia catedral potosina al primer arzobispo potosino.
Al término de la ceremonia, el jefe del ejecutivo estatal expresó en entrevista con representantes de los medios de información su reconocimiento y agradecimiento a la labor social encabezada por quien fuera el primer titular de la arquidiócesis de San Luis Potosí, de origen tampiqueño pero que siempre se consideró y se le consideró potosino.
En la homilía, el arzobispo Cabrero Romero estableció que la vida del ser humano radica en su alma, pues precisó que esta no envejece, y muestra de ellos lo fue el querido arzobispo Szymanski, quien a sus 96 años cumplidos en forma reciente mantuvo su ecuanimidad física y de pensamiento prácticamente hasta el día de su despedida terrenal.