EL MODELO INSABI Y LA EMERGENCIA SANITARIA POR COVID-19 PROVOCÓ UN DESEQUILIBRIO FINANCIERO POR LA DISMINUCIÓN DE 300 MILLONES DE PESOS DE INGRESOS
Al continuar con el desarrollo de las comparecencias, tocó el turno al Doctor Francisco Alcocer Gouyunnet, Director del Hospital Central, quien informó sobre los servicios que presta dicho nosocomio y la problemática por las condiciones económicas que enfrenta.
La diputada Angélica Mendoza Camacho, presidenta de la Comisión de Salud y Asistencia Social del Congreso del Estado, cuestionó sobre la situación que se ha denunciado en medios sobre la compra de medicamentos oncológicos presuntamente falsos.
El director del Hospital Central manifestó que la denuncia es por cinco lotes de medicamentos que forman parte de una alerta sanitaria que fue detonada por el mismo hospital, ya que cuenta con filtros para evitar que un medicamento apócrifo llegue a ser utilizado en pacientes, mediante su Comité de Farmacovigilancia.
Detalló que se realizó la denuncia correspondiente ante la COEPRIS y las autoridades, dado que desde el almacén se investigan los lotes y las cajas, y pasa a otro filtro donde se revisan las ámpulas, y cuando se detectan irregularidades se informan a las instancias correspondientes.
“Nos acusan de 5 lotes de medicamento que tiene una alerta sanitaria, dos años después de que dijimos que pudiera ser apócrifo, lo voy a poner diferente, el Hospital como no tiene como licitar por razones obvias, entonces el Hospital le compra a vendedores autorizados, ¿Quién les da la autorización?. Las instancias gubernamentales, Hacienda, Salud, COEPRIS, llegan y es un vendedor autorizado por gobierno y se da. Dicen que son empresas fantasmas porque los buscan y no los encuentran, a mi llega un proveedor y me da un insumo es un insumo para mis pacientes y está autorizado para venderlo y yo para comprarlo, pero no lo ponemos así, tenemos doble o triple filtro y es muy muy difícil que un medicamento apócrifo pase a un paciente, a un ser humano”.
Dijo que en esa ocasión, se separó el medicamento y se iniciaron con los procesos de denuncias correspondientes.
Reconoció la importancia de que los ciudadanos estén alerta de estos medicamentos, “estoy de acuerdo que es importante saber que hay empresas que se dan de alta y luego no existen, que los buscan o no los encuentran, pero eso es una cosa muy diferente venir a mi hospital a venderme agua porque eso no acontece, porque nuestra tasa de mortalidad y los pacientes que atendemos tienen una sobrevida realmente igual a la media nacional y no ha habido eventos adversos y estamos abiertos”.
A pregunta del diputado Martín Juárez, indicó que si se hiciera efectivo el reconocimiento de Hospital Regional de Alta Especialidad, se recibirían como mínimo 2,500 millones de pesos anuales.
La diputada Patricia Silva Celis pidió al director del Hospital Central que las personas que atienden las áreas de servicio social sean más atentas y sensibles con los pacientes, ya que se han presentado algunas quejas en este sentido.
Además, señaló que la falta de recursos federales ha afectado gravemente la operatividad del hospital, a lo que el funcionario manifestó también que otro punto importante será que el próximo Gobierno Estatal destine los recursos suficientes para cubrir la nómina, y demás impuestos y prestaciones del personal.
En su intervención, el director del hospital manifestó que el Hospital Central Ignacio Morones Prieto cuenta con una antigüedad de 76 años, brindando atención a la comunidad potosina y a sus alrededores, además de su función como hospital-escuela.
Señaló que en su fundación, contaba con 4 especialidades, 46 en 1998 y para 2021 cuenta con 96 especialidades; sin embargo, enfrenta problemas económicos, ya que nunca ha contado con un presupuesto garantizado que corresponda a su nivel de atención ni al crecimiento irregular de su plantilla de personal que pasó de 1,100 trabajadores en el año 1998 a 1,862 en el año 2015, para este mismo año sus pasivos habían crecido 435.6 millones de pesos.
Dijo que a pesar de su alto nivel resolutivo y de operar como un Hospital de tercer nivel, y no contaba con el reconocimiento de Hospital Regional de Alta Especialidad lo que le impide recibir mayor presupuesto federal.
Agregó que en esta administración, pudieron contener el crecimiento de gastos para lograr su equilibrio financiero y reducir el nivel de pasivos, gestionar la construcción de espacios dignos, modernos y equipados, y obtener el reconocimiento como Hospital Regional de Alta Especialidad.
Del 2015 al 2021, se atravesó el cambio en la política federal, a partir de 2019 y la llegada de la pandemia en 2020 y 2021, lo que incluye la desaparición del Seguro Popular y la llegada del INSABI.
Luego de obtener el equilibrio financiero, se inicia la construcción del nuevo hospital en el 2018 y para el 2020 se logra el reconocimiento de Hospital Regional de Alta Especialidad, aunque falta que se opere como tal ya que no se cuenta con un presupuesto acorde para ello, y para el 2021 se concluye la obra, está pendiente el equipamiento del mismo.
La torre medica se construyó con una inversión de total de 2090.55 millones de pesos, se acabó la infraestructura y el equipamiento está pendiente y que depende del Gobierno Federal.
Detalló que el Hospital Central generaba el 65 por ciento de sus ingresos por sí mismo en el 2017, por un monto de 970 millones de pesos, entre recuperación por atenciones otorgadas al seguro popular con un 50 por ciento; aportaciones del Gobierno Federal por 20 por ciento; cuotas de recuperación por 10 por ciento; el Gobierno del Estado solamente ponía el 15 por ciento, y 5 por ciento por compensación a servicios otorgados a derechohabientes del IMSS e ISSSTE.
Con el cambio de política pública nacional, en el 2021, el 20 por ciento es aportaciones federales, el 31 por ciento por INSABI a prestación gratuita, el 22 por ciento por aportaciones de Gobierno del Estado, y 27 por ciento no está presupuestado, y que genera un gasto de mil 100 millones de pesos.
Señaló que con la implementación del modelo INSABI y la emergencia sanitaria por COVID-19 se ha provocado que en 2020 se presente un desequilibrio financiero por la disminución de 300 millones de pesos de ingresos, y para 2021 una presión de gasto de 260 millones de pesos para el cierre del ejercicio.
Además, existe un desabasto severo de insumos y medicamentos derivados del nuevo modelo centralizado de compra, y la reducción de espacios de trabajo por los trabajos por la construcción del nuevo edificio y retrasos en el equipamiento.
Se incluyó el sistema de referencia y contrareferencia para que los hospitales del estado atendieran a la población de acuerdo a sus zonas de influencia, así como a los derechohabientes del IMSS e ISSSTE.