Las inequidades que enfrentan actualmente las naciones son exacerbadas por los problemas que desde hace tiempo denunciaron los países en desarrollo. En ese sentido, la cooperación internacional se presenta como una vía para superar esta situación, coincidieron expertos en economía internacional reunidos en la Facultad de Derecho de la UNAM.

C.P. Chandrasekhar, Jayati Ghosh, Charles Abugre y Juan Carlos Moreno Brid, con la moderación de la colombiana Alicia Puyana Mutis abordaron los retos económicos que enfrentan estas naciones, durante la mesa “Inequidades, crisis económica y desarrollo en el mundo globalizado”, en ocasión de la 9ª. Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales. Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe. Saberes, luchas y transformaciones, CLACSO 2022.

Chandrasekhar, investigador de la Jawaharlal Nehru University de India, dijo que el capitalismo contencioso, representado por la guerra entre Rusia y Ucrania, sumado a la pandemia por la COVID-19, encendieron los “focos rojos” que enfrentan las naciones, cuya habilidad para atender la emergencia sanitaria estuvo directamente relacionada con los años de desatención al sector salud de cada una.

El conflicto en Europa afectó directamente las cadenas de suministro con menos petróleo, gas y granos, por lo que el economista hindú enfatizó en que esta situación tiene un alto grado capitalista donde la demanda no permite la distribución de ingresos, lo que genera perturbaciones económicas en las naciones.

“Ambos factores desvían la mirada de las debilidades del capitalismo. Por ejemplo, la edición del informe del Fondo Monetario Internacional apunta que el problema que estamos enfrentando hoy en día es por los efectos de la guerra de Ucrania.

“Sugiere que las respuestas en términos de políticas públicas macroeconómicas, con la tendencia a descartar políticas monetarias convencionales, con tasas de interés del cero por ciento no se pueden utilizar porque estamos en una posición en la que necesitamos recuperarnos de la pandemia, y ahora la predicción de crecimiento para las naciones es mucho menor de lo que había sido proyectada”, detalló.

Para el académico de la Facultad de Economía de la UNAM, Juan Carlos Moreno Brid, este flagelo dio un golpe especialmente fuerte a las mujeres y los niños; primero ellas perdieron sus trabajos, o bien, a la actividad laboral debieron sumar los cuidados de la casa y de los hijos al cien por ciento y, en numerosos casos, enfrentar violencia doméstica; los pequeños recibirán un mundo con graves problemas ambientales que posiblemente no podrán solucionar.

Añadió que la CEPAL ha dicho que, para salir de la pobreza y precariedad laboral, acentuada por la pandemia, las economías de Latinoamérica deberían crecer anualmente al cuatro o cinco por ciento.

El problema es que para lograrlo exigen hacerlo sin dejar de lado sus metas ambientales. Es decir, urge crecer y a la vez cambiar la matriz energética actual que es altamente contaminante. La región enfrenta el reto de expandir su actividad económica de manera sustentable con el ambiente. No se debe caer en el falso dilema de primero crecer y luego preocuparse por el ambiente.

En tanto, Jayati Ghosh, especialista de la Universidad de Massachusetts en Amherst, enfatizó que, si en algún momento se requiere de la cooperación internacional, ese es ahora.

Si bien se considera que temas como cambio climático,  catástrofes de diferentes tipos y la pandemia afectan a todos, obviamente son problemas que, al mismo tiempo, pueden ser considerados nacionales, pero para solucionarlos los países requieren de la cooperación global, precisó.

“Por ejemplo, Apple México puede decir que casi no tiene utilidades, pero sí lo tiene internacionalmente. Se debe decir: eres Apple mundo y se te aplicarán los impuestos base, entonces te vamos a cobrar nuestra participación en las utilidades globales, la tasa corporativa, parece que a nivel nacional es del 27 por ciento, y es lo que te vamos a cobrar… qué mal si no tienes utilidades en México, pero sí las tienen a nivel mundial, hacerlo sería algo salomónico”, sugirió la experta hindú.

Desde hace tiempo –continuó– India propuso lo anterior a la OCDE y se trató de llegar a un acuerdo para que las trasnacionales pagaran un impuesto de 25 por ciento en las tasas globales corporativas, y con los recursos se creara un fondo de ayuda para las naciones que más lo requerían. Luego de múltiples negociaciones se calculó reunir 600 mil millones de dólares; sin embargo, solo se recaudaron 42 mil millones, “claramente no hay apetito por el multilateralismo”.

A su vez, el director Ejecutivo de la Internacional Development Economics Associates (IDEAs), Charles Abugre, comentó que las naciones con bajos ingresos y medios están aspirando más alto; es decir, ser de clase media ha sido una aspiración para varias del continente africano, lo cual funcionó bien por una década gracias a los booms en bienes de consumo que llevaron a un crecimiento rápido.

“Pero ahora se han contraído. Esta inestabilidad ha llevado a la incapacidad de invertir en cualquier tipo de desarrollo de capacidades, lo que deja a las economías con poco espacio estructural para la transformación y este es el contexto en el que la pandemia de la COVID-19 afectó a África”, comentó el experto originario de Ghana.