Por su contribución al campo del Derecho, labor docente, reconocimientos nacionales e internacionales, por sus aportaciones al enriquecimiento de la investigación jurídica e histórica de México, así como al impulso y desarrollo de las instituciones en las que ha colaborado, Fernando Serrano Migallón, académico y exdirector de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, recibirá el Premio Nacional de Artes y Literatura 2021 en la categoría de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.
Así lo anunció el jurado de uno de los galardones más emblemáticos que otorga el Estado mexicano, para el también exabogado General de la Universidad Nacional, economista y doctor en Historia, quien lo recibirá en fecha próxima.
“Es una enorme satisfacción para mí y a la que es mi casa, la Facultad de Derecho. Ingresé a la Universidad hace más de 50 años creyendo que iba a ingresar a una institución de educación superior, y la verdad entré a una nueva vida, a un camino vital que me ha conducido por una senda la cual nunca pensé transitar”, aseveró.
El universitario –y también integrante de la Academia Mexicana de la Historia- aseguró que el mundo vive una crisis profunda por razones de salud, económicas y diversas causas, y México no puede estar al margen de estos problemas generales.
“Aquí es donde soy optimista, porque la Universidad cuenta con una función primordial en un momento de crisis social y política y que el Derecho tiene también una misión muy importante: crear un canal para el desarrollo y las modificaciones sociales de manera tranquila, sin sobresaltos, sin guerras, sin revoluciones, que sea el canal que permita la evolución social de manera pacífica”.
La Universidad, agregó, primero es un secreto, nadie sabe a ciencia cierta lo que es, quienes hemos estado en ella vamos descubriendo periódicamente sorpresas que nos da: una nueva investigación, enseñanza, desarrollo, todo eso se da en la institución porque su finalidad principal -ya lo dijo Eduardo García Máynez- tiene tres aristas, transmitir el conocimiento, crearlo y hacer que los beneficios de la cultura lleguen a las más amplias capas de la población.
Hay una cuarta función que, a mi parecer, es la más importante, que las universidades, en particular la nuestra, es la conciencia crítica de la nación.
“Lo ha sido desde el siglo XVI cuando se creó como Real y Pontificia Universidad de México, hasta como universidad autónoma; es el faro que guía ética, políticamente a la sociedad y a la nación mexicana, es la casa de la libertad”, subrayó.