En los últimos tres años, la pandemia de la COVID-19 ha marcado la gestión de las universidades y plantea desafíos que consideraremos en las próximas décadas, los cuales se sumarán a problemáticas actuales como la inclusión de espacios virtuales e híbridos en la cotidianidad, así como conservar el reto de mantener la autonomía, dijo el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.

Al participar en la primera sesión plenaria de la III Cumbre de Rectoras y Rectores México-Brasil, realizada en la Antigua Escuela de Medicina de la UNAM, se refirió al tema de las universidades y los retos globales, como el fomento de una cultura de la igualdad de género, problema que afecta a la región latinoamericana, o la desigualdad, un área siempre pendiente en nuestros países.

“Sin duda el papel de la universidad es crucial para poder entender las grandes transformaciones. Nacieron hace varios siglos para institucionalizar la transmisión del conocimiento, pero hoy también promueven la evolución del conocimiento en todas sus áreas, y es un espacio privilegiado de reflexión para resolver los cambios que imperan en nuestro entorno, como aquellos desafíos del cambio económico y social”, destacó.

En la plenaria 1, moderada por Marco Tulio de Castro Vasconcelos, rector de la Universidad Presbitariana Mackensie, de Brasil, José Daniel Diniz Melo, rector de la Universidad Federal de Río Grande del Norte, también de Brasil, se pronunció por mantener la autonomía de las instituciones de educación superior, así como fortalecer las relaciones académicas entre Brasil y México.

Deysi Fraga Cedré, rectora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, de la República de Cuba, comentó que las universidades en su país enfrentan una severa crisis económica y desigualdad, pese a que el sistema educativo de la isla caribeña se basa en el modelo científico, tecnológico y de innovación, que busca mayor nexo entre universidades, gobierno, sector productivo y empresas.

En la plenaria 2, moderada por José Antonio de los Reyes Heredia, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana, de México, expuso que los retos y desafíos que representa la universidad en el siglo XXI son fundamentales para plantear soluciones y contribuir desde la perspectiva mexicana y brasileña, pero también de la región de América Latina y el Caribe.

Rutilia Calderón, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, consideró que el principal desafío para las universidades es un cambio civilizatorio, que reconoce desde las universidades transformaciones provenientes del cambio climático, la inseguridad (social, jurídica y alimentaria) y objetivos globales que impactan y son percibidos de manera diferenciada.

Refirió que las universidades son un constructo social e histórico, y deben mantenerse como sitios que crean consciencia crítica frente a las dinámicas sociales, políticas y económicas. Estas instituciones son factor clave para la construcción de la democracia y la cultura de la paz.

En su oportunidad, Armando Alcántara Santuario, investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, afirmó que vivimos en un contexto de incertidumbre por la pandemia y con una recesión económica con baja perspectiva de recuperación. “Se calcula que hay 235 millones de estudiantes en el mundo inscritos en alguna institución de educación superior, y que esto ha tenido un crecimiento fuerte comparado con el año 2000”, indicó.

Se pronunció porque en estos espacios educativos se propicie el mantenimiento del pensamiento crítico y el ejercicio de las libertades.

En los trabajos de esta actividad académica también participó Sandro Amadeu Cerveira, rector de la Universidad Federal de Alfenas, Brasil, quien insistió en que las universidades de la región deben ser dotadas de autonomía y ser espacio de construcción donde se respete el debate.