En un mundo cada vez más globalizado y competitivo, el bienestar animal, la protección de alimentos locales y las buenas prácticas en la crianza son claves para evitar pérdidas económicas o brotes de enfermedades posiblemente pandémicas, comentaron diputados federales y especialistas de la UNAM.
Durante la “Mesa de análisis sobre los desafíos sanitarios en la ganadería mexicana”, organizada por la Cámara de Diputados y el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, realizada en formato híbrido en el recinto legislativo de San Lázaro, el director del IIEc, Armando Sánchez Vargas, aseguró:
La Universidad Nacional está comprometida con las mejores causas de la nación, para ofrecer el conocimiento y análisis de evaluación de la política pública. “Estamos convencidos que unir a todos los actores sociales, económico-políticos y académicos, es importante para generar desarrollo en nuestro país”, expresó.
En la charla “Los temas fundamentales en la ganadería moderna”, la investigadora del IIEc, Rosario Pérez Espejo, recordó que la ganadería es esencial porque genera alimentos de alta calidad y, de esta manera, coadyuva a la seguridad y soberanía alimentarias.
Sin embargo, prosiguió, la importancia de esta última no se limita a la producción de alimentos, pues esta actividad hace uso de manera intensiva de recursos naturales al utilizar de 35 a 56 por ciento de la superficie del territorio nacional.
Al hablar de los retos para el sector, la ganadora del Premio Universidad Nacional 2016 en el área de Ciencias Económicas y Administrativas estimó que en un mundo cada vez más globalizado y competitivo, llegará el momento en que ciertas prácticas en la crianza de animales serán rechazadas por otros países porque las prohibieron hace años.
“La ganadería contemporánea asumirá los retos sanitarios no solo para evitar pérdidas económicas que significan los brotes de enfermedades, sobre todo cuando hay una gran concentración de animales, sino también para evitar el horrible espectáculo del aniquilamiento de cientos de miles de cabezas con el objeto de sanear una granja afectada por alguna enfermedad”, refirió.
Al hacer uso de la palabra, el académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la UNAM, Jorge Francisco Monroy López, comentó: la ONU ha alertado que la pérdida de biodiversidad es rápida y continua, pues durante los últimos 50 años los seres humanos hemos cambiado los ecosistemas más rápida y extensamente que en cualquier otro periodo comparable de la historia de la humanidad.
Detalló que, hace más de un año, lideró un estudio con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, junto con la UNAM, y el respaldo de Senasica, SEMARNAT y la Secretaría de Salud para identificar posibles riesgos sanitarios de zoonosis potencialmente pandémicas en este tipo de mercados vivos.
“Hay más de cien mercados, al menos, alrededor del país donde se llevan a cabo actividades de riesgo, con la convivencia de animales domésticos con animales silvestres. En algunos de estos mercados existen matanzas sin condiciones sanitarias, donde la sangre puede correr, mezclarse y ser consumida por otras especies animales y donde los seres humanos de todas las edades están también allí presentes, y esto genera un riesgo pandémico”, dijo.
Estos espacios existen porque son formas de comercialización de servicios y productos para generar actividad económica, donde las cadenas de suministro con frecuencia son locales, aunque también se ha identificado la presencia de animales de entidades lejanas. Por ejemplo, en el Estado de México localizamos de Sinaloa, Sonora, San Luis Potosí, incluso, al parecer, algunos procedentes de Centroamérica que entran de manera ilegal.
Hay riesgo inminente de fiebre aftosa porque en países sudamericanos está presente la enfermedad; también es posible el ingreso de la fiebre porcina africana; la influenza aviar ha comenzado a representar un potencial en términos de ser un padecimiento que pasa fácilmente de las aves a los mamíferos, puntualizó el también vicepresidente del Consejo Técnico Consultivo Nacional de Sanidad Animal.
A su vez, la presidenta de la Comisión de Ganadería, de la Cámara de Diputados, María del Refugio Camarena Jáuregui, enfatizó: la sanidad pecuaria es un tema de seguridad nacional y el buen funcionamiento de los mecanismos y protocolos de vigilancia sanitaria llevan a tener alimentos inocuos y de salud para los consumidores; de no seguirse se pueden enfrentar enfermedades y graves problemas de salud pública.
La legisladora del Partido Revolucionario Institucional destacó que a partir de 2018 el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica ha detectado 69 enfermedades y plagas exóticas, cinco de ellas que afectan a bovinos, tres a ovinos y caprinos, cuatro a equinos, siete a porcinos, 16 a aves y cuatro a las abejas. Entre las más peligrosas están la fiebre aftosa; fiebre porcina clásica y fiebre porcina africana; así como influenza aviar H5 y H7.
En su oportunidad, Margarita Álvarez López, encargada de la Dirección General del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), y principal organizadora del encuentro, apuntó que la pandemia por la COVID-19 ha dejado experiencias que no es posible soslayar y conviene fortalecer el enfoque de una sola salud que integre la del medio ambiente, la animal y la humana.