Luego de recibir la Medalla de Oro que la Universidad de Granada, España, le entregó a la UNAM, el rector Enrique Graue Wiechers afirmó que esta distinción reconoce el esfuerzo de quienes a diario promueven y fortalecen la educación superior como un motor para el bienestar y la superación de nuestras sociedades en beneficio de la humanidad.

Además, es un reconocimiento a la riqueza y diversidad de nuestra cultura y un recordatorio de los insondables lazos que nos unen como países y como comunidades académicas.

“A nuestras instituciones de educación superior nos hermana también la compleja y larga lucha histórica para lograr que la educación superior sea un derecho y un pilar fundamental en el desarrollo de las sociedades contemporáneas”, remarcó ante la rectora de la Universidad de Granada (UGR), Pilar Aranda Ramírez.

Asimismo, enfatizó que la Medalla de Oro, concedida a la Universidad Nacional, es símbolo del compromiso de la institución para continuar estrechando relaciones y acrecentar todas las posibilidades de colaboración.

En la ceremonia solemne también se otorgó el mismo galardón a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Perú, recibido por su rectora Jeri Gloria Ramón Ruffner de la Vega. De esta manera, ambas casas de estudios fueron reconocidas como universidades carolinas.

Vía de progreso

En el Hospital Real de la UGR, Graue Wiechers aseguró que la ceremonia es una oportunidad para dimensionar y valorar el enorme beneficio social del conocimiento, la insustituible labor comunitaria que representa la misión educativa y académica, y la irrenunciable misión de preservar y promover la cultura y los valores democráticos.

Muestra de ello es la exposición itinerante “Las Universidades de Carlos V. Patrimonio y Memoria”, curada por destacados profesores de la UGR, que se presentará en junio próximo en un museo de la UNAM y exhibirá la historia y valores que unen a las universidades carolinas.

El rector de la UNAM también recordó que hace casi cinco siglos, México y España sentaron las primeras relaciones académicas de nivel superior. En 1551, por decreto de Carlos I de España, se fundó la Real y Pontificia Universidad de México, razón por la cual compartimos un orgulloso origen carolino con la Universidad de Granada y con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Esta historia, aseveró, ha sido enriquecida con innumerables aportaciones académicas, científicas y culturales de hombres y mujeres exiliados de la guerra civil española y de muchos otros.

“Hemos sido testigos, en nuestro devenir, de las transformaciones de nuestras naciones, del fuerte vínculo humano y académico que hemos forjado y de la importancia de la educación superior como vía de progreso y pertenencia al universo iberoamericano compuesto del insondable valor de nuestra lengua, del peso universal de nuestras tradiciones y de las infinitas muestras de creatividad de nuestra cultura”, expresó.

En la ceremonia se entregaron menciones honoríficas a diversos integrantes de la comunidad de la UGR.