Las secretarias tienen una carga laboral fuerte y suelen dominar las operaciones que se generan día a día en su lugar de trabajo, aunque no son reconocidas y en ocasiones se les minimiza, considera en entrevista la académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), de la UNAM, Rocío Morales Solís.

En ocasión del Día de la Secretaria, que se celebra en México el 19 de julio, la experta del Posgrado de esa entidad universitaria comenta que en la literatura feminista se afirma que la responsabilidad de secretaria ejecutiva se creó ante la demanda de la mujer por participar más en las actividades, por lo que “condescendientemente” se les permitió colaborar en lo más elemental, sencillo y básico, con el objetivo de que “no se engolosinaran con el poder”, ni fueran rivales para el hombre.

“Las mujeres tenemos un cuerpo calloso que nos da la posibilidad de tener conectados los dos hemisferios y con esto podemos ejercer, incluso, funciones de directoras de organización o de institución. Conozco muchas secretarias que dominan la función de sus empresas y organizaciones”, asevera la especialista en programas de desarrollo humano.

La celebración fue instituida por la presidenta de las Secretarias Ejecutivas de México, María Luisa Rodríguez, en 1958, precisa el gobierno de México en su sitio de internet.

Según la Secretaría del Trabajo, en nuestro país hay casi 800 mil personas que desempeñan actividades secretariales, 90 por ciento son mujeres. De ellas, 47 por ciento tiene secundaria como máximo nivel educativo; se estima que 15 de cada 100 son jefas de familia.

El puesto de secretaria ejecutiva inicialmente requería aprender taquigrafía, pero la revolución tecnológica impulsada por el uso de las computadoras y su capacidad para capturar la información, hace posible comprender por qué se suprimieron varios puestos de trabajo, recuerda la capacitadora de capital humano.

Sus actividades son nodales en una empresa u organización, como la planeación y jerarquización de actividades, lo cual un ordenador o una máquina no podrían realizar por sí mismas, puntualiza.

Una secretaria altamente efectiva tiene habilidades como analizar la información; comunicación oral, escrita, redacción asertiva y efectiva; también una de sus competencias es el servicio al usuario; genera cadenas de valor, maneja una visión estratégica para planear a futuro; trabaja en equipo, maneja conflictos, soluciona problemas, negocia, tiene tolerancia a la frustración, trabaja bajo presión y el estrés que experimenta es alto.

Morales Solís estima que las instituciones o empresas no se dan cuenta de lo importante que es habilitar a este personal con estos elementos, pero cuando toman los cursos de actualización, como “Secretaria/o de alto rendimiento” o “Habilidades y herramientas de la secretaria ejecutiva”, que ofrece el Centro de Educación Continua de la ENTS, se sienten reconocidas, pues es una oportunidad para que sean mejores.

A veces nos comentan que estar en el curso sirve para recuperar esa motivación que habían perdido; la gente en ocasiones ni les da las gracias, así que de repente se sienten como “ceros a la izquierda”. El curso les ayuda a recuperar la motivación intrínseca y detonar la extrínseca, ellas pueden elevar su autoestima personal y profesional, enfatiza la experta.

Morales Solís refiere que hay una cantidad significativa de recursos en línea para estudiar y prepararse, por lo que sugirió a quienes se dedican a esta actividad aprovecharlos pues varios, como los que ofrece la UNAM, son gratuitos y cuentan con certificaciones.