La Geografía es una de las ciencias sociales de mayor aplicación en los distintos campos de desarrollo en el orbe. Se utiliza para comprender qué dinámicas están en marcha en el mundo, así como en la identificación y resolución de problemas específicos entre el ser humano y el planeta.

Se trata de “una ciencia que nos permite comprender las relaciones entre lo que existe en un territorio, en cualquier espacio de la superficie de la Tierra donde tenemos elementos vivos (como la biodiversidad) y no vivos, que representan a la Geodiversidad; es decir, aquello que sustenta la vida: suelos, rocas, formas de relieve, clima, agua, etcétera, y, a la vez, sus interacciones con la sociedad”, comenta en entrevista el investigador del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, José Luis Palacio Prieto.

El especialista universitario indica que a la Geografía la distingue la posibilidad de explicar esos elementos y cómo se manifiestan en el espacio. La especialidad del geógrafo, más que entender particularidades específicas de un componente del territorio, es la posibilidad de reconocer cómo interactúa el medio natural con el medio social, es decir, comprender el territorio en su conjunto.

Pese a su trascendencia, hasta la década de 1970 en México no existía prácticamente otro lugar para estudiar esta licenciatura que la UNAM, primera institución de educación pública en ofertarla –a partir de la década de 1930– a través del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL); posteriormente, en 1943, se creó el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional, focalizado en la investigación geográfica del país, donde se desarrolló la docencia e investigación en la materia.

De esa manera, la disciplina geográfica adquirió presencia en diversas cátedras, por ejemplo en Toluca egresados de la UNAM fundaron la Escuela de Geografía en la Universidad Autónoma del Estado de México, iniciando la licenciatura en el área en 1970; mientras que en la Universidad de Guadalajara se formalizó en 1980, le siguieron otras en Querétaro, Ciudad Juárez, Chihuahua; Quintana Roo, etcétera.

Con motivo del Día del Geógrafo, que se conmemora hoy, el investigador universitario estima que “la geografía nos ayuda a saber dónde está uno parado, qué es lo que existe a nuestro alrededor y cómo se relaciona ello. Por ejemplo, explicar los diferentes procesos que ocurren en el caso de la reciente actividad volcánica del Popocatépetl, en particular las afectaciones a los recursos naturales y a la sociedad por la caída de cenizas”.

José Luis Palacio puntualiza que se trata de una ciencia interdisciplinaria, cuyos expertos deben trabajar con equipos multidisciplinarios que aporten datos, temáticas y saberes, información que corresponde a los geógrafos integrar.

Menciona que la inteligencia artificial impacta el quehacer de cualquier ciencia y la geografía no es la excepción, puesto que el acceso a bancos de información de especialistas de esta disciplina es impresionante.

Destaca que la entidad universitaria cuenta con el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra, el cual genera imágenes satelitales continuas del planeta completo, en particular del continente y de México, que permiten emitir alertas tempranas y prevenir riesgos de desastres de origen natural por incendios, tormentas severas, huracanes, entre otros. Este trabajo coloca al IGg como líder regional en ese ámbito.

En él participa un consorcio de instituciones, como las secretarías de Marina y la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, entre otras, que reconocen al Instituto de Geografía como el lugar ideal para generar esta información.

Asimismo, recuerda que en el IGg se empezaron a utilizar los sistemas de información geográfica y los GPS (sistema de posicionamiento global), “que traemos en el teléfono celular, una tecnología espacial que permitió al Instituto de Geografía de la UNAM realizar los primeros trabajos que se hicieron en México con esa tecnología en la década de 1990”.

Plantea que en el país aún son pocos los lugares donde se puede estudiar Geografía, a pesar de que para los profesionales de esta disciplina existe un campo basto de trabajo. Por ejemplo, comprender lo que implica el cambio climático para el mundo es un desafío para el gremio. “Imaginemos: si ambientalmente cambia el planeta, surgen nuevos retos que los geógrafos podemos contribuir a descifrar y comprender”.

Se trata de una carrera útil, cuyos expertos pueden participar en la planeación territorial, así como del uso del suelo y del transporte, entre otros temas.

Palacio Prieto señala que en la UNAM existen los programas de licenciatura en Geografía, en la FFyL, y en Geografía Aplicada, que se imparte en la Escuela Nacional de Ciencias de Tierra. En el segundo caso, aún no egresa la primera generación. Se espera que en ambas licenciaturas concluyan aproximadamente 100 alumnos anualmente.

La celebración

En México, en 1939, se decidió festejar cada 23 de julio el Día del Geógrafo, fecha en la que se realizó el Primer Congreso Nacional de Geografía y significó el origen moderno de una nueva organización compartida por los miembros de la comunidad geográfica. A partir de entonces se orientan las tareas de la geografía mexicana hacia nuevos retos, de cara al futuro y la activa participación de la generación de la transición de los expertos en la materia.

Al respecto, el especialista en manejo de cuencas hidrográficas y conservación apunta que se trata de un día que debe ser recordado como el inicio de una actividad colegiada y de gran alcance de nivel nacional, que comenzó a darle personalidad y más importancia a la disciplina.