A iniciativa de la diputada Emma Saldaña Guerrero, el Congreso del Estado aprobó el Decreto que reforma la fracción XIV del artículo 10 de la Ley de Protección y Conservación de Árboles Urbanos del Estado de San Luis Potosí, para establecer programas permanentes y progresivos de arborización urbana.
La iniciativa establece como parte de las obligaciones de los municipios, el promover y ejecutar campañas permanentes y progresivas para arborizar las áreas urbanas que carezcan de árboles suficientes para el adecuado equilibrio ecológico de las mismas, usando las especies endémicas o más idóneas conforme a los estudios.
Para esto, podrán celebrar convenios de colaboración con los diferentes órdenes de gobierno, así como coordinar acciones con organizaciones de la sociedad civil, profesionistas, empresariales e instituciones educativas, procurando además promover el cuidado y mantenimiento de las especies arbóreas para garantizar su pervivencia.
Se indica en el dictamen, que resulta innegable que la arborización de las zonas urbanas es una medida imprescindible para enfrentar los desafíos del cambio climático y mejorar la sostenibilidad ambiental, ya que no solo contribuye a la mitigación de los efectos del cambio climático, sino que también mejora la calidad del aire, gestiona el agua de manera más eficiente, conserva la biodiversidad y promueve el bienestar humano.
Por estas razones, es imperativo implementar y apoyar campañas de arborización urbana como parte de una estrategia integral para el desarrollo sostenible y la resiliencia urbana.
Y es que los árboles juegan un papel crucial en la absorción de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero; a través del proceso de fotosíntesis, los árboles capturan CO2 y lo almacenan en su biomasa (troncos, ramas, hojas y raíces), contribuyendo a la reducción de las concentraciones de este gas en la atmósfera y, por ende, ayudando a mitigar el cambio climático,
Asimismo, las áreas urbanas tienden a ser significativamente más cálidas que sus alrededores rurales debido al fenómeno conocido como “efecto isla de calor”. Este efecto es causado por la alta concentración de superficies impermeables como el asfalto y los edificios, que absorben y retienen el calor. La presencia de árboles proporciona sombra y enfría el aire a través de la transpiración, reduciendo las temperaturas urbanas y disminuyendo la demanda de energía para refrigeración.