Nuevas lámparas “dimeables” funcionan de acuerdo al flujo vehicular detectado por radares desde el Centro de Control
Desde el Centro de Control se puede aumentar o disminuir la intensidad de la luz de las luminarias; si es de tarde o noche, cuando baja el flujo vehicular se disminuye su luminosidad y pudiera representar un ahorro de electricidad de entre 50 y 60 por ciento, que ahora cuesta entre 12 y 15 millones al mes.
Asimismo, la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de la Capital, explicó el que este Centro que recientemente inició operaciones, también es una forma de combatir los actos de sabotaje al alumbrado público, porque con su tecnología de punta que se denomina Telegestión, se detecta a distancia, el momento de fallas en las lámparas por dos vías, una por video y otra con el señalamiento de la ubicación del equipo con fallas.
Marco Antonio Uribe Ávila, titular de la citada dependencia añadió que: “una ventaja adicional es que si disminuye la intensidad de la luz, bajan de velocidad los vehículos porque la semioscuridad los inhibe a viajar a altas velocidades”.
A la par, precisó que la Telegestión monitorea las luminarias de la Avenida Salvador Nava, Río Santiago, Bulevar San Luis y otras arterias importantes, y se enfoca principalmente al sabotaje por robo de cable, que ahora es de aluminio y no de cobre que es más codiciado por los saboteadores. Al momento, se da aviso también en la Dirección de Seguridad Pública Municipal para que actúe de inmediato, y detenga a los responsables.
El sistema que describe, vigila alrededor de mil 500 lámparas de las 50 mil de que consta el programa. El resto de las luminarias, 48 mil 500, mencionó que se identifican con un número.
“Con ello es fácil que quien advierta que una lámpara falla, desde su celular reporte al Centro de Control de alumbrado el número del poste o de la lámpara y de inmediato se localiza y se procede al arreglo”, comentó.
Uribe Ávila agregó que cuando habla de actos de sabotaje se refiere por ejemplo a la Avenida Salvador Nava, porque de recién que se instalaron las luminarias, tramos completos se quedaban sin luz porque hubo quien rompía los medidores, lo que ocasionaba cortocircuitos, mientras que en otras ocasiones se robaban el cable o cortaban el cable del registro de alimentación y tramos de 10 a 15 lámparas se quedaban a oscuras, lo que se evitará con el nuevo sistema de monitoreo.