Con la participación de especialistas de diversas disciplinas, el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM y el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana, crearon el Programa de Desarrollo con Equidad (ProDEq), cuyo objetivo es llevar a cabo mediciones periódicas de la pobreza en México.

Se busca avanzar en el conocimiento en torno a su medición y evolución; llevar a cabo levantamientos de información complementaria que permitan identificar las principales condicionantes y su evolución; proponer innovaciones metodológicas; mejorar la conceptuación y medición del bienestar en su concepción más amplia, así como indicadores que puedan ser monitoreados a lo largo del tiempo.

ProDEq está integrado por expertos en Sociología, Economía, Psicología y Matemáticas de ambas instituciones educativas, así como del GeoLab del Departamento de Economía de la Ibero, quienes generarán propuestas objetivas, oportunas y rigurosas emanadas de la academia con la finalidad de complementar la información oficial relativa al tema.

Durante la presentación del ProDEq, el coordinador del PUED, Rolando Cordera Campos, explicó que esta iniciativa académica tiene el objetivo de realizar investigaciones empíricas y teóricas a fin de explorar formas alternativas de concebir, conceptualizar y medir la pobreza, el bienestar de la población, así como la evolución de ambos fenómenos.

Este esfuerzo, dijo, recoge otros “de lo que llamaría una legión de convencidos en la política, en la academia, en los medios de información, de que las políticas de los gobiernos y los estados, sus programas de acción, planes de transformación y desarrollo pueden y deben hacerse a partir del mejor conocimiento que sea posible forjar”.

Una política basada en la razón, conocimiento y esfuerzo científico es posible e indispensable en tiempos como los actuales. Vivir en medio de un auténtico cambio de época constituye un desafío intelectual, que con la pandemia y su ominosa secuela de desempleo y caída económica abrupta y pronunciada, se ha vuelto existencial, añadió.

Hacerle frente, continuó Cordera Campos, requiere de arriesgados ejercicios de construcción conceptual, incluso de la redefinición de escenarios y paradigmas. De ahí la importancia de esfuerzos como el ProDEq, expresó el también profesor emérito de la Facultad de Economía de la UNAM.

Acercarnos a una periodicidad más adecuada a los acontecimientos que definen la coyuntura actual será tarea prioritaria del proyecto, como lo será el diario esfuerzo reflexivo destinado a cuestionar para perfeccionar la información y su capacidad para sustentar la política social que reclama esta época, expuso el universitario.

Graciela Teruel Belismelis, directora de EQUIDE, subrayó que en ProDEq hay interés de construir una propuesta alterna, moderna, actual, objetiva, oportuna y rigurosa, emanada de la academia para la ciudadanía, con la finalidad de complementar la información que se mide de forma oficial.

“Buscamos contribuir con evidencia científica que ayude a mejorar la toma de decisiones y que ponga en el dominio del público información fidedigna, que favorezca un panorama amplio acerca del bienestar que gozamos los mexicanos.”

Este proyecto, expuso, nace con el objetivo de conformar un grupo académico con fortalezas técnicas en el área de medición; somos un equipo extraordinario, multidisciplinario, donde cada investigador aporta, a partir de su experiencia y área de competencia, conocimiento valioso, aseveró la experta.

ProDEq busca que los análisis efectuados sirvan para la construcción de propuestas de política pública. Para ello “vamos a elaborar una serie de documentos, breviarios de política social, relacionados con diversos aspectos del bienestar, los cuales estarán a disposición en el sitio web prodeq.org y serán diseminados entre los tomadores de decisiones para potenciar su alcance”.

Teruel Belismelis informó que los temas de los breviarios que se presentarán próximamente son: el papel de los programas sociales (agosto); educación en tiempos de pandemia (septiembre); y la salud mental de los mexicanos (octubre).

Al dar a conocer el primer breviario denominado “La inseguridad alimentaria severa durante la pandemia por COVID-19 es un problema prioritario en México”, Pablo Gaitán Rossi, académico de la Ibero, expuso que la inseguridad alimentaria severa (es decir, cuando se registra una disminución en la cantidad de alimentos que se consumen dentro de los hogares) aumentó 88 por ciento entre 2018 y marzo de 2021.

Las afectaciones por ese fenómeno recaen en grupos de menores recursos, por lo cual serían los que requieren atención prioritaria. Entre las recomendaciones para atender esta problemática se encuentran: extender los programas de protección social para facilitar el acceso a alimentos; proteger los ingresos de los grupos vulnerables y garantizar el funcionamiento de planes de apoyo nutricional, con énfasis en niños y adolescentes, en particular en los hogares donde hay menores de cinco años, además de continuar el monitoreo de la inseguridad alimentaria, planteó el especialista.

En la sesión a distancia participaron también Fernando Cortés Cáceres, del PUED; y David Gordon, de la Universidad de Bristol, Reino Unido.