Las niñas, adolescentes y mujeres han sido las más afectadas por la contingencia sanitaria de Covid-19 pues durante este periodo se agudizaron las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres en diversos aspectos de la salud y del cuidado, desde la violencia obstétrica y salud mental, hasta en el tema del trabajo no remunerado que detona la carencia de cuidados personales, fue la conclusión a la que se llegó en el Simposio Internacional “Retos de la Salud de las Mujeres” organizado por la Instancia Municipal de las Mujeres, dentro de las actividades conmemorativas del Día Internacional de las Mujeres.
En este evento se contó con la participación de las mexicanas Kassandra Daniela Ríos González, y Patricia Cantú Reyna; de la argentina Lucía Ivana Basabe y la moderación de Patricia López Romero.
La licenciada en Enfermería Kassandra Daniela Ríos González explicó que las mujeres embarazadas son consideradas personas vulnerables ante el SARS-CoV-2 y otras variantes del coronavirus, lo que agudizó la violencia obstétrica. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la continua interrupción de servicios médicos durante la pandemia podría borrar más de 20 años de avance en la reducción de mortalidad materna y de acceso a la planificación familiar.
Por su parte, la maestra en Derechos Humanos Lucía Ivana Basabe destacó que las mujeres argentinas no está alejadas de la realidad de las mexicanas, ya que la pandemia por Covid-19 mermó la salud en varios aspectos: los trastornos del sueño y alimenticios, incremento en el consumo de sustancias adictivas y la salud
mental, que fueron algunas de las enfermedades que más se evidenciaron en los últimos dos años.
Por otro lado comentó que incrementaron 40% las llamadas telefónicas a los números de emergencia, debido a las denuncias por violencia hacia las mujeres. Además se triplicaron las labores no remuneradas en el hogar y cuidados.
Finalmente, la maestra en Psicología Patricia Cantú Reyna señaló que las mujeres atravesaron una doble pandemia, la violencia machista y la de Covid-19. En los primeros meses de pandemia incrementaron 50 por ciento las solicitudes de refugio, y 80 por ciento las llamadas de auxilio en los números de emergencia. “Muchas mujeres que sufrieron violencia en sus hogares no pudieron solicitar atención, vivir en la misma casa que su agresor las limitó a buscar ayuda, sufriendo daños a la salud que aún son incuantificables”, explicó.
A dos años de que inició la pandemia por Covid-19 en varias partes del mundo, que obligó a millones de personas al confinamiento, las mujeres se han enfrentado a una serie de obstáculos que mermaron la calidad en los servicios de salud, la falta de atención médica y orilló a miles de ellas, a dejar de lado el cuidado personal por cuidar a otras personas.