La diputada Gabriela Martínez Lárraga, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos hizo un llamado a las autoridades, tanto estatales como municipales para que fortalezcan  la vigilancia y la regulación de los horarios de funcionamiento de centros nocturnos, y sancionen a quienes vendan bebidas alcohólicas a los menores de edad.

 

En este sentido, la legisladora consideró que no es un problema de endurecer las penas y sanciones,  sino de respetar las leyes y reglamentos para garantizar un adecuado funcionamiento de los centros nocturnos y establecimientos de diversión que operan en los distintos puntos de la entidad.

 

“Nadie está en contra de estos centros de diversión o antros, porque se requieren para la diversión sana de los jóvenes, lo que no estamos de acuerdo es que se vendan bebidas alcohólicas a menores de edad”, insistió.

 

Expuso que “las leyes y los reglamentos están para cumplirse, entonces todos tenemos como sociedad y autoridades, así como diputados la obligación de contribuir a concientizar y pugnar por el cumplimiento de la ley. Además, tenemos que proteger a nuestras niñas y niños del consumo excesivo de alcohol que se está presentando en establecimientos que han sido poco regulados y vigilados por la autoridad competente”.

 

La legisladora, Gabriela Martínez Lárraga, sostuvo que también como padres de familia, debemos  ser muy conscientes sobre los riesgos que representa el consumo excesivo de alcohol en los menores de edad.

 

“Yo hago un llamado a los propietarios de estos establecimientos, así como de los famosos antros, nadie está en contra de que se tengan este tipo de áreas de esparcimiento; sin embargo, lo importante es que las autoridades competentes trabajen sobre su regulación y operación y en todo caso, aquellos que no cumplan con la ley que sean sancionados conforme a los reglamentos”.

 

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del Estado, reiteró que la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad al interior de los centros nocturnos es un problema de corresponsabilidad que debe ser atendido y resuelto, no sólo por las autoridades, sino por los propios padres de familia.

 

“No permitamos este tipo de prácticas, porque esto es lo que genera que vivamos en un país donde nadie respeta las leyes cuando estas están para cumplirse, entonces yo hago un llamado para evitar situaciones como las ocurridas el pasado de semana en el primer cuadro de la ciudad, donde las autoridades se vieron en la necesidad de proceder al cierre del establecimientos ante las riñas originadas por la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad”, finalizó.