Uno de los retos que enfrenta el Rey Carlos III es demostrar que está cerca de la gente, que se le debe tomar en serio, toda vez que los británicos están abiertos a ver la transformación de su figura pública, de la mano de la nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, consideraron especialistas en conferencia de prensa a distancia.
Los ingleses están preparados para “olvidar” los errores cometidos por el Príncipe de Gales, además de que la reina Isabel II dejó posicionada la imagen de la monarquía británica en el mundo y su prestigio no tiene precedentes, expresaron los analistas convocados por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Alejandro Chanona Burguete, del Centro de Relaciones Internacionales (CRI) de esa entidad académica, comentó que la muerte de Elizabeth Alejandra María tiene un gran valor moral y estratégico en la política británica y deja una “vara muy alta” para su hijo, sobre todo porque tuvo una curva de enseñanza de 15 primeros ministros para aprender a mediar y negociar políticamente.
En tanto, Carlos III fue educado para ser rey, pero su vida privada ha ganado espacio y ahora deberá reinventarse para jugar el rol de personaje estabilizador, ya que si bien hay imperialistas en el Reino Unido, también modernistas que quieren un gobierno sin monarquía.
El futuro inmediato de la familia real va a depender de la actuación de Carlos III que, además del factor de la edad, sale desde atrás con una popularidad muy por debajo de la madre, literalmente arranca 20 puntos por debajo de la madre y va a tener que ser muy hábil para conectarse rápidamente. Iba muy bien, pero esperamos que tenga mayor tolerancia y recuerde que ahora es el rey de Inglaterra y en esa lógica tiene un micrófono abierto y gran rendición de cuentas, comentó el doctor en Ciencia Política.
Durante la conferencia de prensa “La Reina Isabel II: su significado, legado y retos futuros para Reino Unido”, Sean Lang, investigador de la Universidad de Cambridge, añadió: el sentido del humor de la monarca era una característica significativa que usaba para acercarse a la gente, como lo hizo durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de 2012.
Carlos no es como su madre: “su estilo es diferente, pero detecto que la gente lo ve también como una nueva figura y está dispuesta a aceptarlo y olvidar aquellos errores que cometió como príncipe y empezar de nuevo. Si recordamos, él fue uno de los primeros personajes en alzar la voz sobre el daño al medio ambiente, sobre el cambio climático y ahora todos sabemos que esto es muy importante, por lo que debemos estar preparados para tomarlo más en serio”, destacó el experto en historia moderna.
Lang añadió que es la primera ocasión en la historia que Inglaterra tiene un nuevo rey y nueva primera ministra, quien tiene experiencia laboral por lo que se espera una buena cooperación entre ambos, sobre todo ahora que se avizora una depresión económica para el país.
Al hacer uso de la palabra, Lars Pernice, de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, recordó que Isabel demostró a la corona británica las formas más anacrónicas con su pompa y elegancia en la vorágine de los medios que dan cuenta de la cobertura internacional de su muerte.
La familia real es una empresa que genera un derrame económico turístico impresionante para Inglaterra. Ante el debate de abolir la monarquía, como institución, este es un argumento para producir ingresos de magnitudes significativas.
Figura insustituible
Los investigadores coincidieron que en la actualidad no hay un personaje político que tenga la importancia o relevancia de Isabel II, por lo que su figura en el escenario histórico es insustituible.
Ana Elena González Treviño, directora del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-Reino Unido, detalló que la monarca fallecida el pasado 8 de septiembre será recordada como una gran modernizadora por la época que le tocó vivir y porque supo rodearse de las personas adecuadas para orientarla en el manejo mediático, que es tan complicado.
“Representa una transición muy importante en lo que es la monarquía al saber incorporar una flexibilidad a hacer cosas sin precedentes que marcaron la conducta de los miembros de la familia real, como estas presentaciones donde camina entre la multitud y estrecha las manos de las personas”, manifestó la académica de la Facultad de Filosofía y Letras.
Con ella coincidieron Jorge Federico Márquez Muñoz y Ana Luisa Trujillo Juárez, académicos e investigadores del CRI, quienes externaron que el principal aporte de la monarca a la historia fue la idea de continuidad; mientras el mundo cambiaba, se desmoronaba, se levantaban y caían muros, ella siempre permanecía.
“Podía venir el COVID, el atentado a las Torres Gemelas y ella ahí estaba. Daba una sensación de orden que reconfortaba en un sentido positivo, era el repositorio simbólico de las cosas buenas”, aseveró Márquez Muñoz.
Ha sido un símbolo de la vida político-social del Reino Unido, un personaje con una templanza importante, con un concepto, la neutralidad, muy bien llevado, que conduce a plantearse la labor de la diplomacia silenciosa y todo lo que construyó Isabel, apuntó Trujillo Juárez.