El correo postal no ha desaparecido, por el contrario, el avance tecnológico de los últimos años, en particular durante la pandemia, implicó una transformación y adaptación a esos cambios, afirma la profesora del Centro de Cómputo de la Facultad de Estudios Superiores  Aragón, de la UNAM, Virginia Mendoza Figueroa.

Durante años la mensajería postal se mantuvo y “había que comprar timbres como pago por el envío; poco a poco el correo tradicional se fue adaptando a las nuevas tecnologías, pues a partir del distanciamiento social que implicó la crisis sanitaria la población comenzó a comunicarse de manera intensa a través de diversos medios digitales: correo electrónico, mensajería instantánea (WhatsApp), incluso Facebook e Instagram”, indica la maestra en Ciencias.

Recuerda que el intercambio epistolar tradicional fue uno de los primeros medios modernos de comunicación interpersonal a distancia. Sin embargo, la instrumentación de las tecnologías más inmediatas, rápidas y eficientes significó la reducción del uso de misivas escritas de puño y letra. Actualmente se usan en gran medida solo para la transmisión de mensajes meramente publicitarios y comunicaciones oficiales.

Según Statista, portal estadístico internacional que cuenta con más de un millón de estadísticas, informes y dosieres sobre más de 170 industrias en 50 países, hay aproximadamente 4.147 mil millones de usuarios de correo electrónico en el mundo, cantidad que continuará su crecimiento a 4.594 mil millones para 2025.

De acuerdo con el reporte Number of e-mail users worldwide 2017-2025 de esta empresa, en 2020 el número de usuarios mundiales de correo electrónico ascendió a 3 mil 718 millones, además se enviaron y recibieron aproximadamente 306 mil millones de mensajes por día en el mundo. Se prevé que esta cifra aumente a más de 376 mil millones en tres años.

Datos de 2021 del gobierno indican que Correos de México manejó un estimado de 345 millones de piezas. La correspondencia se distribuyó a través de dos mil 659 rutas y siete mil 345 carteros; fueron distribuidas mediante 3 mil 714 motocicletas, mil 631 bicicletas y 647 vehículos, de las siete mil 254 oficinas con que cuenta.

Mendoza Figueroa opina que esta dependencia ha sabido sacar provecho y “subirse al carro de la innovación”: el comercio electrónico que ha establecido una nueva forma de comprar y enviar productos, lo cual otorgó nueva vida en el modelo de negocio de la correspondencia y la paquetería.

El correo ordinario existe, acota, aunque la mayoría de nuestras comunicaciones personales y profesionales las realizamos actualmente por vía electrónica, como también lo hacen las tiendas online, la cuales dieron nueva pauta a las oficinas de servicio postal con los envíos. Ante este avance tecnológico el tradicional debe evolucionar y adaptarse.

Con motivo del Día Mundial del Correo -que se conmemora el 9 de octubre-, señala que una de las tareas principales del servicio postal gubernamental es la paquetería, producto del envío de mercancías, enseres, comida y objetos personales; es una de las funciones que no podrá sustituir la tecnología, por ejemplo.

No obstante, en cuanto a la entrega de correspondencia es una actividad que disminuyó, tarea que fue sustituida por el correo electrónico y la mensajería instantánea, lo que permite que las personas puedan recibir documentos e intercambio epistolar casi de inmediato a nivel nacional e internacional, a una persona o a un grupo de individuos a la vez.

Para la especialista universitaria, el servicio postal, tal como funciona al día de hoy, se preservará “porque ha sido de las primeras formas de comunicación entre los seres humanos a distancia, el único inconveniente que tiene es la entrega que sigue siendo en tiempo desfasado”.

El correo tradicional es un medio maravilloso, de suma importancia para la humanidad, una de las primeras herramientas para comunicarse entre familias y gobiernos; gracias a este se ha logrado contribuir, incluso, a la paz. Sin él no seríamos lo que ahora somos, argumenta la universitaria.

Contaminación digital

En cuanto al electrónico y la mensajería instantánea, considera que la humanidad no tiene barreras para comunicarse con otras personas, incluso de países, en los ámbitos interpersonal, comercial, empresarial y gubernamental.

Puntualiza que la pandemia significó el parteaguas para definir los nuevos objetivos del correo postal, además de marcar su rumbo para seguir con este objetivo de comunicar a través de la entrega de paquetería.

La tecnología permitió el ahorro de papel y tinta; sin embargo, “con el asunto digital comenzamos a viciarnos con estas cuestiones digitales, pues conservamos información de hace más de cinco años que ya no necesitamos, y de una u otra manera producimos contaminación digital”, alerta.

Mendoza Figueroa expone que la efeméride es una celebración y como parte de la academia es imprescindible formar buenos hábitos también en los alumnos para preservar una sana y efectiva comunicación, así como se realizaba a través de las cartas, intercambio epistolar formal donde tratábamos de no utilizar malas palabras, y echar mano de una buena ortografía y letra legible.

Ahora, con el correo electrónico, no nos esforzamos por garigolear la letra inicial de una frase; eso es parte del cambio y tenemos que adaptarnos a ello, refiere.

Conmemoración

El Día Mundial del Correo se celebra cada año el 9 de octubre, coincidiendo con el aniversario del establecimiento de la Unión Postal Universal en 1874 en la capital de Suiza, Berna. Fue declarado por el Congreso de la UPU (Unión Postal Universal) celebrado en Tokio, Japón, en 1969.

A partir de entonces, más de 150 países conmemoran este día de diversas formas: algunas oficinas presentan o promueven nuevos productos y servicios, en otros casos este día recompensan a sus empleados por su desempeño.

El propósito de la conmemoración es concienciar sobre el papel del sector postal en la vida cotidiana y su contribución al desarrollo social y económico de las naciones. Es importante recordar siempre el papel que desempeñan los servicios postales en nuestras sociedades, habida cuenta de algunas de las tendencias que cambian por completo nuestro mundo.