Rosa Amarilis Zárate Grajales, directora de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la UNAM, recibió el reconocimiento como una de las 100 Enfermeras audaces de América Latina y el Caribe que promueven la Excelencia en Enfermería, de la asociación Sigma Theta Tau International.

Esta sociedad de honor tiene como principal objetivo fortalecer el liderazgo en la enfermería, así como apoyar iniciativas de educación, formación e investigación para el fortalecimiento de esta especialidad en el mundo, expuso la universitaria.

El reconocimiento fue dado a conocer en una publicación oficial de la agrupación para la Región América Latina y el Caribe, en ocasión de la celebración por sus primeros 100 años.

Sigma Theta Tau International, una de las organizaciones de enfermería más grandes del orbe, fue fundada hace un siglo, en 1922, en la Universidad de Indiana, Estados Unidos, y de manera gradual se consolidó en una sociedad internacional.

Por su primer centenario, la agrupación eligió a las 100 enfermeras y enfermeros con más aportaciones en la región de América Latina y el Caribe. Son más de 360 mil en el mundo, en más de 700 universidades, que forman parte de Sigma. “Ser la única integrante de la UNAM que forma parte de ese grupo, me llena de orgullo y compromiso”.

Zárate Grajales explicó que el capítulo México, denominado Tau Alfa, tiene sede en la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Nuevo León. “Hemos trabajado con ellos desde hace varios años; yo pertenezco a ese capítulo”.

La membresía requiere de arduo trabajo el cual consiste en empoderar a jóvenes, a través del fortalecimiento de la formación de estudiantes de pregrado y posgrado; solicitar su incorporación a la sociedad; realizar actividades de voluntariado, trabajar en asilos o escuelas -como en nuestro caso-, a fin de reforzar la profesión en el país.

La directora recordó que en marzo pasado fue aprobada, en sesión del Consejo Universitario, la creación del Programa de Doctorado en Enfermería de la UNAM.  “Es considerado importante, es un atributo que a los líderes de Sigma les permite identificar quiénes están trabajando por la enfermería mundial y de su país”.

La universitaria, quien anteriormente fue reconocida por la agrupación internacional con un premio a la investigación, señaló que el reto más importante de la entidad que dirige es transitar a ser una facultad e implementar el programa de doctorado que dará la bienvenida a su primera generación, en enero próximo.

Es un proyecto de gran envergadura, muy ansiado en nuestra comunidad, la cual por más de 100 años participa en la formación de enfermeras y enfermeros para el sistema de salud del país, subrayó.

Otros desafíos son: avanzar hacia la mayor calidad del pregrado, además de la formación docente y mejores investigadores, que muestren su trabajo en publicaciones de alto nivel y, sobre todo, contribuyan a la solución de los problemas de cuidado de la salud, y al progreso de la enfermería y la educación en nuestro país.

Asimismo, prosiguió Zárate Grajales, que la ENEO -en su carácter nacional y como futura facultad- contribuya con su liderazgo a desarrollar políticas públicas en los diferentes organismos de salud, y en la regulación de la práctica y el ejercicio profesional en el área. “Debemos trabajar para lograr, por ejemplo, normas oficiales que permitan que enfermeras obstétricas atiendan partos de bajo riesgo, o que puedan expedir recetas”.

Desde luego persistir para obtener más reconocimientos para la mayor cantidad de miembros de nuestra comunidad: estudiantes, académicos, investigadores. Son los retos para los próximos años y estamos comprometidos en superarlos, afirmó la directora.

Respecto del reconocimiento que recibió, estimó que es resultado del trabajo y trayectoria personal, pero también institucional: “la Universidad te cobija, te arropa, te apoya y adquieres el enorme compromiso de trabajar para que tu escuela sea una de las mejores en su especialidad del mundo”.

Ser nombrada como una de las 100 Enfermeras fue una sorpresa y un gusto. Es un honor que hayan evaluado el trabajo que desde la UNAM se hace por nuestra disciplina, a través de la ENEO, para fortalecerla y desarrollarla en México y en el mundo.

También representa un enorme compromiso para mi persona, porque ser acreedora de este reconocimiento significa que hay bastante trabajo detrás. Tengo más de 30 años de laborar en la Universidad y ahora me toca dirigir la Escuela; asumí el compromiso de seguir capitalizando un esfuerzo de muchos años y de numerosas personas para formar, de manera gradual, mejores alumnos y profesionistas que propicien renovadas condiciones de salud en el país. Es un reconocimiento para la Escuela y para la UNAM.