El 1 de diciembre de cada año, la UNESCO, ONUSIDA, patrocinadores y otros asociados unen sus esfuerzos para conmemorar el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA.
Aunque se han realizado progresos considerables para acabar con el SIDA como amenaza para la salud pública, la epidemia del VIH no ha sido erradicada y las personas jóvenes siguen expuestas de manera desproporcionada a este tipo de riesgo. Solo en 2020, 410.000 jóvenes de entre 10 y 24 años se infectaron por el VIH, de los cuales 150.000 eran adolescentes de entre 10 y 19 años. Además, el conocimiento exhaustivo del VIH entre los jóvenes sigue siendo demasiado bajo, con solo uno en tres demostrando conocimientos precisos.
La Educación Integral en Sexualidad (CSE, por sus siglas en inglés) es esencial para que las personas jóvenes sean capaces de protegerse del VIH. La CSE también ayuda a que los jóvenes eviten los embarazos precoces y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), les incita a que busquen información sobre cuestiones relativas a la salud y otros servicios de este ámbito, promueve los valores de la tolerancia, de respeto mutuo y la no violencia en sus relaciones, y de ese modo garantiza una transición sana hacia la edad adulta.
La labor que lleva a cabo la UNESCO en el ámbito de la educación y el VIH, en particular mediante estrategias con miras a aumentar el acceso a una educación integral de la sexualidad de calidad y lograr una educación inclusiva en un entorno seguro, es parte esencial de la respuesta para hacer frente al SIDA a nivel mundial. La UNESCO apoya a los asociados y a las autoridades nacionales competentes del sector educativo para que puedan reforzar los planes de estudio existentes, así como adaptar sus contenidos y enfoques a los diferentes entornos locales.