El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, encabezó hoy la presentación del “Diagnóstico y Recomendaciones para la Transición de la Industria Automotriz”, realizado por el Grupo de Trabajo de Alto Nivel México-Estados Unidos para la Electrificación del Transporte. Esta iniciativa es la hoja de ruta que marca los primeros pasos que México debe dar para transitar industrialmente hacia la fabricación de vehículos menos contaminantes.

El documento es resultado de la colaboración entre la Alianza Mx de la Universidad de California y el equipo de la Dirección General de Impulso Económico Global, adscrita a la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y con este se avanza en el cumplimiento de los Acuerdos de París y en múltiples metas y objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.

Durante el evento, el canciller Ebrard destacó que México, al tener su propio proyecto de transición energética, podrá construir una amplia red de infraestructura vinculada a la electromovilidad, y celebró que ya se tenga una hoja de ruta estratégica para el beneficio de la industria automotriz, así como de la economía mexicana. Reiteró que esta política industrial es parte fundamental en los compromisos asumidos por México durante la pasada COP27 que se llevó a cabo en Egipto, donde se anunció la reducción de hasta el 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2030, además de lograr la transición a energías renovables, generando más valor a través de los años.

Por su parte, la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado Peralta, resaltó el ejercicio de investigación, diálogo y consenso que involucró a más de 160 actores de la industria, academia e instituciones gubernamentales de Estados Unidos y México, como parte de las principales características que sobresalen en este grupo de trabajo. Además, subrayó que una de las recomendaciones identificadas está en hacer un mapeo de necesidades en materia de recursos humanos para lograr orientar la capacitación de los trabajadores de la industria, resaltando la participación de mujeres.

En su oportunidad, la directora de Alianza Mx, Isabel Studer, externó que la Universidad de California, a través de Alianza México, ha asumido el compromiso de generar el conocimiento que informe sobre las políticas públicas y las estrategias empresariales para acelerar la transición hacia la adopción de vehículos cero-emisiones en México.

Esta transición sistémica requiere de un esfuerzo de largo aliento que involucra la participación del Gobierno y la sociedad en su conjunto, por lo que la Universidad de California celebra el liderazgo de la Cancillería mexicana para construir un espacio de interlocución con distintos actores públicos, privados, de la sociedad civil y la academia de ambos países, indicó Studer.

El presidente de la AMIA, José Zozaya, reconoció a la SRE por el impulso de estas iniciativas relevantes para la industria automotriz; mientras que el presidente de Anpact, Miguel Elizalde, precisó que se requieren reglas claras y certeras que alienten la inversión, el diálogo y la colaboración del sector privado.

Por su parte, el presidente de Caname, Salvador Portillo, afirmó que la Cámara que preside es una aliada para mantener a este sector a la vanguardia y competitivo en el desarrollo de la electromovilidad.

En representación de Manuel Bartlett, director general de la CFE, el comisionado nacional de Mejora Reguladora, Alberto Montoya Marín Del Campo, ponderó que la transición energética soberana es un imperativo.

Durante el evento, moderado por la directora general de Impulso Económico Global, Margarita Alcántara Alcalá, estuvieron presentes representantes de las secretarías de Desarrollo Económico de los estados de Yucatán, Puebla, Campeche, Michoacán y Baja California Sur; de la industria automotriz como Stellantis, Toyota, Ford, General Motors y Nissan; de instituciones académicas como la UNAM, IPN, Tecnológico de Monterrey y la Universidad Anáhuac, así como representantes diplomáticos y de organismos internacionales como el BID.