En lo que va de 2023 se han registrado seis avistamientos de grupos de murciélagos en la Ciudad de México, los cuales se alimentan principalmente de cactus en flor y no representan un problema para el ser humano, enfatizó el investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, Rodrigo Medellín Legorreta.

Durante el Taller de Apreciación, Identificación y Manejo de Murciélagos en la Ciudad de México, realizado en UNIVERSUM, Museo de las Ciencias, el investigador y sus colaboradores explicaron las bondades y beneficios ofrecidos por estos mamíferos al ambiente.

Se trata de la segunda actividad de sensibilización y capacitación para su apreciación. La primera fue en 2022 con la participación de 60 servidores públicos de seis dependencias de los gobiernos federal, estatal y municipal. A partir del éxito que tuvo se sumó un mayor número. En esta ocasión acudieron más de 120 personas de 11 entidades gubernamentales, entre ellos miembros del cuerpo de bomberos, protección civil, SEMARNAT y personal de la UNAM.

Medellín Legorreta agregó que la formación surge debido a que los humanos entramos en mayor contacto con la fauna silvestre y los murciélagos, los cuales aparecen en la casa u oficina. “Debemos decirle a la gente que no les tengan miedo y, como son nuestros aliados, los debemos cuidar”.

De ahí que es importante que los expertos de protección civil u otras entidades sepan cómo manejarlos al entrar en oficinas, por ejemplo, sin que nadie corra riesgos.

El taller incluyó charlas en las cuales se explicó de dónde provienen, mitos y realidades sobre enfermedades -especialmente la rabia-, y su importancia para que cuenten con información actualizada.

Al darle a la gente las herramientas para que los defienda se reduce el impacto negativo hacia los animales, eso es lo que queremos, precisó el investigador.

En la Ciudad de México, recordó, habitan 23 especies, lo que significa mayor variedad de las que viven en Canadá o en el Reino Unido. Varios se alimentan de insectos, así como del néctar y polen de las flores, por lo que se desplazan en los zoológicos de Chapultepec y de Aragón, al igual que en el Jardín Botánico en Ciudad Universitaria.

Tres cuartas partes de estos animales de la capital del país se alimentan de insectos. Durante el verano se les podría avistar en cualquier plaza o sitio que tenga luces blancas, reflexionó el investigador.

Medellín Legorreta enfatizó que el riesgo de contagio de enfermedades, como la rabia, es demasiada baja, razón por la cual la gente no debe temerles.