La Fiesta del Libro y la Rosa 2023 se ha constituido en una de las celebraciones culturales más importantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del país, afirmó el secretario General de esta casa de estudios, Leonardo Lomelí Vanegas, al inaugurar este magno encuentro.

En representación del rector Enrique Graue Wiechers, aseguró que la permanencia de esta festividad literaria, poética, artística y musical, que cumple 15 años, es muestra de la resonancia que tiene la lectura y la escritura en la comunidad universitaria. Que en la UNAM se lea de forma autónoma, gozosa, frecuente, lúdica, en soledad o con amigos, maestros, investigadores o familiares, “implica la formación de jóvenes que comprendan e incidan en el mundo actual”.

El funcionario expuso que en estos tiempos en los que la constante es el cambio, la lectura es un acto de pasión que nos transforma y modifica nuestro ser y el entorno, convirtiéndolo en una práctica que inicia en la intimidad, y permea en lo público y lo social. A través del lenguaje construimos identidad, formamos redes de apoyo, nombramos el mundo en el que vivimos y soñamos con transformarlo.

Lomelí Vanegas invitó al público a festejar las palabras, a los escritores, creadores y quienes integran el universo del libro y la lectura. “Larga vida a esta Fiesta en donde se celebra a la palabra como fuente, como sinónimo de resistencia, como expresión única que nos hace más humanos”.

En el Centro Cultural Universitario (CCU), la coordinadora de Difusión Cultural, Rosa Beltrán Álvarez, explicó que esta edición tiene como hilos conductores la libertad, la libre expresión y la lectura como un derecho humano, como un acto de resistencia contra las desigualdades y las múltiples caras de las violencias.

Su propósito, detalló, es engrandecer y fortalecer los espacios a partir de los cuales la UNAM tiende puentes de reflexión sobre el peligro de las historias y de los caminos únicos, de los pensamientos totalitarios, la ausencia de palabras, los silencios obligados o voluntarios.

En esta ocasión se llevarán a cabo más de 115 presentaciones de libros, y cerca de 40 mesas de reflexión, además de obras de teatro, lectura de poesía, narraciones orales y eventos musicales. Este encuentro, recalcó, es una red de vinculación entre las instancias universitarias que participan y los recintos alternos del encuentro: el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, las casas Universitaria del Libro, y del Lago; el Museo del Chopo y el Colegio de San Ildefonso, así como los campus Morelos y Morelia.

Anel Pérez Martínez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura, agregó: con esta Fiesta se cumplen 15 años de formar lectores, de poner en el centro a las comunidades lectoras y a la lectura como un acto de libertad.

Recordó que la historia de la lectura ha sido la del poder, la censura, el acceso a los libros o su preservación. Desde hace poco, el ejercicio de leer es un derecho humano y, a veces, todavía en 2023, leer y escribir son actos de alto riesgo, como lo muestran la muerte de periodistas, los atentados contra escritores o las acciones que se imponen contra la libertad.

En la Universidad, prosiguió, leer es un acto autónomo y de libertad. Aquí fomentamos la lectura, toda vez que sabemos que “leer es ejercer un derecho, nuestra autonomía y formar una ciudadanía más sensible y empática. Por eso es importante festejar 15 años de resistir con la palabra y de creer en las utopías posibles”.

Al hacer uso de la palabra, el coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín, destacó que una sociedad más equitativa, democrática, justa, amable y consciente de ella misma y de su lugar en el mundo, no son utopías, pero las percibimos así porque las vemos lejanas; no obstante, otras sociedades han logrado parte sustancial de ellas.

Leer, abundó, es un acto que demanda la escritura de alguien, buscar, preguntar, cuestionarse, que en algún lado se investigue, sintetice, sueñe, redacte, corrija y se vuelva a redactar, pulir una frase, una idea, un sentimiento para que al final eso nos haga reír, llorar, soñar, comprender y leer otro libro.

La lectura nos enseña de múltiples formas que un concepto de la igualdad, indispensable para la libertad, es la que se busca para las personas ante la ley, la autoridad y el ejercicio del poder, y que no es lo mismo eso que pretender que todas las opiniones valen lo mismo. Para eso y mucho más hay que leer y por eso la Universidad, como eje central de su misión, promueve la lectura, enfatizó.

Actividades

En el primer día, se llevó a cabo el Coloquio: Libros, Edición y Cultura de la Paz, en la sala Carlos Chávez del CCU. En la ceremonia de bienvenida, la secretaria de Desarrollo Institucional, Patricia Dávila Aranda, resaltó que ante contextos sociales adversos, donde prevalecen la violencia y las desigualdades, es necesario reflexionar sobre las rutas y procesos a desarrollar para propiciar el respeto a la vida y a la dignidad humana.

Apuntó que este encuentro permite, además, desde la perspectiva de los libros y los procesos editoriales, recapacitar sobre nuestras conductas y afianzar comportamientos que pugnen por mejores formas de vida y cómo fortalecer la visión de ciudadanía, hacia una cultura de paz.

“Los desafíos de un país como el nuestro nos llevan a pensar en pautas, en rutas posibles, que nos permitan desarrollar procesos decisivos para propiciar el respeto a la vida y ponderar los canales que nos permitan fortalecer la dignidad humana. Cuando me refiero a la vida, no solamente pienso en la humana, que es importantísima, sino además a todos los seres vivos que habitan este planeta”, señaló.

Rememoró que en la UNAM se ha buscado llevar a la práctica cotidiana, a lo largo de la historia y en diversos espacios, la cultura de paz y en esta ocasión se sumarán más reflexiones y miradas para entender, a partir de las ediciones universitarias, cómo las podemos proyectar y tener una perspectiva de procesos de transformación social desde el universo editorial.

En su oportunidad, la directora general de Publicaciones y Fomento Editorial, Socorro Venegas, comentó que hablar de libros es hablar de paz y de las utopías posibles. Coincidió en que ante contextos de violencia como los que se viven en diferentes localidades del país, desde el mundo editorial se debe reflexionar en cómo se puede aportar a través de la lectura para lograr los impactos posibles y mejorar el entorno social.

Indicó que es importante aprovechar estos espacios de debate y reflexión para dialogar sobre la libertad de expresión, como una herramienta fundamental para la construcción de comunidades más democráticas, capaces de dialogar y aportar a una cultura de la paz.

Los libros y la lectura son nuestras cartas de navegación para una sociedad más equitativa y pacífica. “La UNAM es el espacio de la palabra; qué bueno honrarla en una Fiesta como esta”, acotó durante la inauguración.