Tres escritoras iniciaron las actividades de la Feria del Libro y la Rosa 2023 con un conversatorio sobre la lectura, titulado “Resistir con la palabra: utopías posibles”. La charla reunió a la escritora, guionista y dramaturga argentina Claudia Piñeiro con la novelista y cuentista Rosa Beltrán Álvarez, también coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, y con Julia Santibáñez, poeta y ensayista.

“La palabra y el lenguaje nos acercan a la verdad, pero llegar a ella es complicado porque podemos caer en totalitarismos de derecha y de izquierda”, comentó Piñeiro sobre la búsqueda de la verdad.

El hartazgo, la rabia y el coraje nos ha llevado a los ciudadanos a movilizarnos, por ejemplo, ante las desapariciones y las luchas del feminismo, pero en el otro extremo esos sentimientos colectivos también se usan para manipular, señaló.

Durante su participación en este encuentro editorial, Piñeiro consideró que el feminismo es un movimiento incluyente, donde todos tenemos que estar. “Hay que escuchar y luego hablar para que el movimiento avance, escribir y leer de estas inquietudes y formas de vida en donde muchas mujeres se han convertido en grandes escritoras y no, como antes, en lectoras de libros escritos por hombres”.

A su vez, Beltrán Álvarez estimó que hay lenguajes que ocupan los políticos e incluso las madres de familia. “Hay palabras resbaladizas, como fármaco, que pueden ser remedio o enfermedad”.

Y subrayó: antes los protagonistas de los libros eran varones y las mujeres se consideraban románticas; para ellas había una literatura especial. “Muchos años leímos libros escritos por hombres; y hoy los hombres comienzan a leer a las mujeres. Ahí hay un cambio, también existen nuevas masculinidades”.

En la lectura nos encontramos, habitamos espacios y discursos. “Pero cuando son discursos de odio, todo es confrontación”, aseguró.

Al abordar el tema de la maternidad, Piñeiro, Beltrán y Santibáñez coincidieron en que los diversos tipos de maternidad hoy forman parte de la literatura.

“Se habla de maternidad hasta en la novela negra y se está sacando este tema de su ámbito tradicional”, puntualizó Piñeiro. En la actualidad hay escritoras reconocidas. “A los hombres también se les impusieron roles no adecuados, pero hoy hay nuevas masculinidades mirándose desde otro lado”.

Acerca de cómo funciona y conecta un escritor o escritora con sus lectores y los lleva a cambios profundos, la narradora argentina estimó que el centro de la conexión está en la palabra y el lenguaje. “Hay una transferencia inmediata de sentires y saberes, una inquietud del lector por saber ¿qué hay allá adentro de un libro?”.

Desde el feminismo, agregó, venimos viendo discursos de odio, uno de los grandes males que usan la palabra. Para educar a las nuevas generaciones en el uso de la palabra hay que educar en el pensamiento crítico, con libertad de discernir.

“Necesitamos más gente educada. La pandemia nos enseñó el poder de la cultura, de refugiarnos en un libro, ahora ya no lo recordamos, pero solo con educación podemos convencer a quienes toman decisiones”, concluyó.