Se estima que 75 por ciento de las enfermedades emergentes son de origen zoonótico, las cuales provocan un millón de defunciones anuales y el surgimiento de cinco nuevos padecimientos de ese tipo, afirmó Constantino González Salazar, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio (ICAyCC) de la UNAM, al presentar el proyecto Atlas de enfermedades infecciosas: una herramienta de eco-epidemiología espacial.

El objetivo es conformar un repositorio de información de los agentes causales de enfermedades infecciosas (patógenos, vectores y reservorios), para facilitar su estudio en México como fenómenos que afectan a la sociedad y que, a su vez, se agravan por la actividad humana.

Se pretende que este acervo digital de información sea un sistema nacional de consulta público que permita visualizar los datos espacio temporales de las enfermedades infecciosas que se abordan. Para esta primera fase se seleccionaron nueve enfermedades virales, parasitaria y bacterianas que afectan a la nación, posteriormente se incluirán aquellas que impactan a animales silvestres y domésticos con distintas características.

Esta herramienta permite ampliar nuestro entendimiento sobre la aparición y mantenimiento de los ciclos de transmisión de las enfermedades como chagas, Lyme, chikungunya, dengue, fiebre del Nilo, Zika, hantavirus, leishmaniasis y leptospirosis, conocimiento fundamental para la predicción de futuros riesgos, ya que permitirá crear escenarios integrando los cambios ambientales que ocurren en la actualidad e identificar regiones y poblaciones en riesgo.

Se busca aprovechar las bases de datos que existen sobre variables ambientales y enfermedades infecciosas con una representación geográfica. Para su elaboración se requirió de una base de datos que incluye registros geográficos de patógenos, vectores, hospederos y clases de enfermedades en humanos.

Está disponible para realizar análisis de distribución de riesgo y presencia de cualquier agente causal o enfermedad, integrando clima, factores sociodemográficos y datos de biodiversidad que permiten generar resultados descargables y para su análisis. “Lo que se encuentra en proceso son los escenarios de cambio climático”. La información se puede consultar en su primera versión en la página electrónica de acceso público https://epispecies.c3.unam.mx/.

En el Auditorio Julián Adem, del ICAyCC, el también integrante del grupo de Clima y Sociedad explicó que cuando se habla de enfermedades infecciosas se refiere a todas aquellas de origen zoonótico, es decir, transmitidas al ser humano por la interacción con un artrópodo: un animal invertebrado como un mosco, chinche o garrapata, o por un vertebrado como los roedores, ratas domésticas y ratones, por ejemplo.

Entre ellas están: el dengue, provocada por un mosco que está en casi todo el país; chagas, afección parasitaria que impacta en zonas marginadas; o la enfermedad de Lyme, transmitida por garrapatas y que ya es endémica en México, “pero no se está atendiendo”.

“Tenemos otro escenario con bacterias que generan leptospirosis por medio de la orina de los ratones. Existe una gran variedad de enfermedades, diferentes agentes actuando y diversos mecanismos de transmisión como bacterias, virus, parásitos y artrópodos”, apuntó.

Además un amplio panorama de factores a estudiar para generar algunos sistemas de vigilancia y de prevención para esas y otras enfermedades. “Las zoonosis afectan al ser humano, pero también la forma en que los patógenos que nos afectan después tienen un impacto en la fauna silvestre. Es decir, los seres humanos podemos regresar las enfermedades a la vida silvestre con una composición genética diferente”, alertó.

De acuerdo con González Salazar, se impulsa el área de la eco-epidemiología espacial, una disciplina reemergente con la cual básicamente tratamos de aprovechar la información que existe, en particular la geográfica y asociarla para generar un marco teórico y analítico. 

Como parte del proyecto, contamos con plantillas para patógenos, vectores y hospederos, además de un diccionario (con liga a los catálogos generados) que se pondrán a disposición de quienes deseen colaborar con datos para agregarlos, puntualizó el investigador.