Para enfrentar los próximos retos, la comunidad que integra la Facultad de Química (FQ) de la UNAM necesita de la comunión, el acuerdo y el trabajo de todos, consideró Carlos Amador Bedolla, al tomar posesión como director de esa entidad académica para un segundo periodo (2023-2027).
Me ha tocado dirigir los últimos cuatro años, es un trabajo que hemos realizado juntos; ahora tenemos que efectuar un mayor esfuerzo comunitario para estar seguros de que todos avanzamos en la dirección en la que queremos, comentó ante académicos y personal reunidos en el Salón de Exámenes Profesionales de la Facultad.
La designación de Amador Bedolla representa un voto de confianza a su programa de trabajo que presentó y un reconocimiento a su primera gestión, afirmó el secretario General de la Universidad Nacional, Leonardo Lomelí Vanegas, al darle posesión del cargo.
Sin duda, prosiguió, fueron cuatro años complejos pero la Facultad de Química enfrentó las dificultades con diálogo e inteligencia, y se fortaleció. Por eso, estamos ciertos de que le esperan cuatro años de trabajo, superación y avances en las tres funciones sustantivas de nuestra Universidad -en particular la docencia- que ejerce en beneficio de todas y todos los jóvenes que en ella se forjan.
Al retomar su mensaje, el director de la FQ estimó que mediante el esfuerzo comunitario los integrantes de esta entidad se sentirán más orgullosos de compartir principios, obligaciones y responsabilidades.
Trayectoria
Carlos Amador Bedolla nació en la Ciudad de México en 1960 y es doctor en Fisicoquímica por la UNAM; realizó estancias posdoctorales y sabáticas en Cleveland, Berkeley, Santiago de Cuba y Harvard.
Es Profesor Titular C de Tiempo Completo definitivo de la FQ. Posee el estímulo PRIDE categoría C. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, y fue jefe del Departamento de Física y Química Teórica; secretario académico de Docencia; responsable de los planes de estudio actuales de las cinco carreras en la FQ; secretario académico de Investigación y Posgrado y consejero universitario.
Posee una antigüedad académica de 41 años. Su experiencia docente incluye 40 materias distintas en más de 140 cursos; ha publicado decenas de artículos de investigación y de difusión; es autor de “La huelga del fin del mundo” (Planeta, 2000); “El mundo finito: desarrollo sustentable en el siglo de oro de la humanidad” (FCE, 2010); y su trabajo es ampliamente citado entre la comunidad científica.
Dirigió un proyecto de investigación multidisciplinario sobre celdas fotovoltaicas orgánicas; y codirigió un proyecto de almacenamiento de energía en baterías de flujo y celdas de combustible. Su actual investigación se centra en la predicción de propiedades químicas de moléculas orgánicas para aplicaciones en sistemas de energía.