México se ubica entre los cinco primeros países que más usan las redes sociodigitales, lo cual “es preocupante, porque significa que ahí nos informamos, y no por otros medios, como la prensa, la radio o los libros”. Además, empleamos una cuarta parte del día, aproximadamente seis horas, al entretenimiento en esas plataformas, afirma el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Luis Ángel Hurtado Razo.

La red social que más usamos los mexicanos es Facebook, en la cual pasamos de tres a cuatro horas al día. “Ni la televisión tuvo nunca ese rating”, enfatiza.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE, 2019), Brasil, Colombia y México son los que más consumen el teléfono celular y las redes sociales; en el caso de nuestro país, se les dedica 3.1 horas y 3.5 horas, respectivamente. Mientras internet se utiliza ocho horas al día, en promedio. Se suman a la lista Turquía y Portugal. En tanto, los que menos los consumen son: Japón, Alemania, Francia, Países Bajos y Suiza.

Según el estudio “Cómo utilizan los mexicanos las redes sociales”, elaborado por Hurtado Razo, del total de tiempo que se utilizan esas tecnologías, entre cinco y seis horas son para entretenimiento; es decir, “muchísimo”.

Claro-oscuro

En ocasión del Día de las Redes Sociales, que se celebra el 30 de junio, el académico aclara que no son un fenómeno nuevo, ni se crearon con internet. Se trata de un aspecto recurrente en la historia de la humanidad: desde que el humano es gregario, sedentario y comenzó a socializar, ya existían.

Los teóricos de la sociología las definen “como el contacto o interacción que tenemos con otras personas”. En ese sentido, la primera red social con la que tenemos relación es la familia, donde adquirimos el lenguaje, valores, conductas, etcétera. Otras más son las relaciones que establecemos en la escuela, vecindario, el trabajo o la religión, que nos hacen ser las personas que somos.

Con el avance tecnológico han surgido las redes sociodigitales o social network, que ocurren en un espacio público digital, en el cual interactuamos con otros “y al hacerlo modificamos nuestro comportamiento, que pueda ser para beneficio o perjuicio de la comunidad”.

En la actualidad, prosigue, las redes sociales también están fuera de nuestras fronteras físicas, por ejemplo entablamos comunicación con individuos que quizá no vamos a ver nunca en persona, incluso que están en otras latitudes o hablan otros idiomas.

A partir de la pandemia se comprobó que numerosas actividades se pueden efectuar en el ámbito virtual. El e-commerce ha crecido y hasta el gobierno se ha vuelto digital, al igual que la banca, por ejemplo. Hay gente que, incluso, vive de generar contenido en las redes sociales, expone el experto universitario.

No obstante, estas tecnologías también tienen aspectos negativos, reconoce Hurtado Razo. En el mundo virtual se registran delitos como extorsión, fraude o pornografía infantil; en este último México ocupa el primer lugar.

Y cada vez surgen más: grooming o acoso sexual virtual por parte de un adulto a un menor; el sexting, o envío de fotos, videos o mensajes de contenido sexual y erótico personal a través de dispositivos tecnológicos, ya sea por medio de aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales, correo electrónico u otra herramienta de comunicación; o el bullying o acoso, que se produce entre escolares. Estas situaciones se han potenciado.

También se afectaron las relaciones socioafectivas. Antes había un cortejo; en la actualidad, con aplicaciones como Tinder, las personas eligen pareja “por catálogo”. “Hay casos donde se enamoran digitalmente, pero al conocerse en persona ni siquiera se reconocen”.

También circula demasiada información sensacionalista y falsa, “por eso estamos entre los países con mayor presencia de fake news. A eso se suma que el uso de las redes puede potenciar enfermedades, como el insomnio o ansiedad, entre otros efectos negativos, alerta el especialista.

Redes y más redes

Facebook, refiere el experto, es “ama y señora” de las redes sociodigitales. Está por llegar a los tres mil millones de usuarios en el mundo; es decir, una tercera parte de la humanidad tiene una cuenta en esa plataforma.

Twitter, Youtube, Instagram, TikTok y WhatsApp se suman a la lista de las más famosas. Otra, de construcción del conocimiento, es Wikipedia. Son tan relevantes que, por ejemplo, Donald Trump creó la suya, Truth Social, para postularse nuevamente como candidato a la presidencia de Estados Unidos.

El uso de las redes varía por sector de la población, explica el académico. Las más “jóvenes” son Instagram y TikTok, cuya mayoría de usuarios (cerca de 60 por ciento) tiene edades de 14 a 21 años; entre los de 21 a 40 años predomina Twitter y Facebook; y Youtube lo usan jóvenes y adultos.

Las recomendaciones para los usuarios, recalca, consisten en proteger los datos personales. “No compartas todo en internet porque no sabes quién puede estar del otro lado de la pantalla y cómo puede utilizar tu información”.

Tampoco se debe creer todo lo que circula en la red porque puede ser falso y se debe evitar compartir información “que no te pertenece, respetando la privacidad de otros”, incluidos los hijos. Y, finalmente, cuidar que nuestro comportamiento y uso de internet no perjudique a un tercero, aconseja Hurtado Razo.

El futuro de las redes sociales es el metaverso, es decir, nuestra presencia en lo físico y lo digital, que existan dos “versiones” de cada persona: la física y nuestro avatar. “Mientras una da una clase en México, la otra dicte una conferencia en Estados Unidos. Ya lo estamos viviendo; es una realidad que podría generalizarse en un lustro”, anticipa.

En el Día de las Redes Sociales debemos reflexionar en torno a los aspectos positivos y negativos de estos desarrollos; con sus vaivenes debemos asumir el riesgo y los compromisos de un uso adecuado de la super carretera de la información y de las redes sociodigitales.

La efeméride tiene su origen a partir del año 2010, gracias a una iniciativa del portal de noticias y tecnología Mashable. Hoy en día la celebración es de carácter mundial.