A iniciativa del rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, especialistas en bibliotecología y cómputo buscarán conectar, por primera vez, las bibliotecas de la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe (Red Macro), a fin de facilitar el acceso -desde cualquier parte del subcontinente- a información académica de alta calidad, supervisada, avalada y, en ocasiones, arbitrada por instituciones internacionales.

Con este propósito se realizó el Primer Foro Virtual de Bibliotecas de la Red Macro, con la participación de expertos nacionales e internacionales de la región, quienes explicaron las particularidades de sus sistemas bibliotecarios de información.

“Unir esfuerzos de todas las universidades y sus bibliotecas nos va a permitir contribuir al logro exitoso de los planes y proyectos de nuestras comunidades”, expresó la directora general de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información de la UNAM, Elsa Margarita Ramírez Leyva.

A su vez, el presidente de la Red Macro y rector de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, Ricardo Jorge Gelpi, señaló: “Nosotros tenemos como tarea fundamental, en nuestras universidades, tratar con alumnos, docentes, investigadores. En todos estos estamentos es muy importante tener acceso a una información confiable”.

Por lo anterior, añadió, este es un evento importante que emana de una idea brillante surgida en la Universidad Nacional, la cual sostiene que las bibliotecas son los sitios donde se concentra el conocimiento y se pueden prevenir problemas; por ejemplo con la inteligencia artificial.

Al retomar su mensaje, Ramírez Leyva agregó: en esta actividad académica se busca contar con un espacio de diálogo, intercambio de saberes y experiencias, a fin de analizar y discutir los desafíos que ya tenemos y los que podamos vislumbrar, con el objetivo de transformarlos en oportunidades y utilizarlos para la construcción de un mejor futuro para nuestras instituciones y personas que servimos.

Detalló que algunos de los temas a tratar son: revistas universitarias, las cuales en general requieren mayor impacto y visibilidad; nuevas herramientas para facilitar el acceso a la información; así como la transformación de espacios y servicios acordes a las nuevas modalidades de enseñanza-aprendizaje e investigación.

“Tenemos que lograr que nuestras bibliotecas sean más inclusivas y accesibles, seguir trabajando en los servicios y recursos digitales que hoy son indispensables. Gracias a ellos tenemos entornos híbridos que se interrelacionan y operan”, destacó.

Ramírez Leyva estimó que también se deben abordar tópicos emergentes como el uso ético de la inteligencia artificial, de la que debemos aprovechar su potencial para mejorar y renovar esos espacios del saber, utilizar las innovaciones y evitar riesgos.

“Pretendemos que se logre que nuestras universidades busquen soluciones para la mejora global, que además contribuyan a reducir los riesgos por venir. Queremos que las bibliotecas sigan siendo el corazón de las universidades”, subrayó.

En la Mesa 1, Servicios de información y bibliotecarios dirigidos al alumnado, docentes e investigadores, Claudia Ferrando y Eduardo Pablo Giordanino, del Sistema de Bibliotecas y de Información de la Universidad de Buenos Aires, Argentina (UBA), comentaron sobre el directorio de revistas de esa institución, el cual cuenta con 268 títulos editados por la UBA desde su creación hasta la actualidad. Incluye publicaciones impresas y electrónicas, series monográficas, boletines y anuarios, entre otros. El repositorio digital institucional dispone de 35 mil artículos y un catálogo colectivo con más de 40 bibliotecas adscritas.

En tanto, Leonel Orangel Vivas Salas y Marlene Bauste Sarache, de los Servicios Bibliotecarios de la Universidad de los Andes, Venezuela, explicaron el Índice de Revistas Venezolanas en Ciencia y Tecnología conformado por 300 revistas activas, 141 de ciencias sociales, 65 de ciencia y tecnología, 57 multidisciplinarias, y 37 de ciencias de la salud. Las publicaciones se someten a un proceso de arbitraje y tienen un reconocido impacto académico.

Rafael Castillo Guerrero, de la Unidad de Gestión de Bibliotecas de la Universidad de Chile, expuso el proceso de catalogación y clasificación conocido como BibFrame (Bibliographic Framework), una iniciativa que pretende evolucionar los estándares de descripción bibliográfica a un modelo de datos vinculados, a fin de que la información bibliográfica sea más útil dentro y fuera de la comunidad bibliotecaria.

Este proyecto se basa en los principios de la web semántica para que los datos bibliográficos sean más accesibles y enlazables, facilitando su integración con otros conjuntos de datos y recursos en línea.