La 4ª Campaña de Donación de Sangre de la UNAM se lleva cabo en Las Islas, en Ciudad Universitaria. La Universidad de la nación -a través de la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO)- y la Cruz Roja Mexicana trabajan para sensibilizar y convocar a los universitarios y a la sociedad en general, a fin de proporcionar este tejido vivo formado por líquidos y sólidos.

El banco de sangre está montado y resguardado con estrictas medidas sanitarias, bajo una carpa abierta, donde se puede acudir hoy y mañana, en un horario de 8:00 a 14:00 horas.

Tamara Cordera Thacker, jefa del Departamento de Proyectos para Comunidades Saludables de la DGACO, destacó: “es un líquido vital y no hay nada que lo pueda sustituir; por cada donante se salvan y se ayudan tres vidas adultas y seis infantiles”.

La también psicoterapeuta agregó en entrevista que en cada campaña reciben aproximadamente cien donaciones, “pero si lo multiplicamos en beneficios quiere decir que los donantes ayudan a 300 adultos y 600 niños. La comunidad está muy interesada e informada acerca de la importancia de la donación de sangre; no obstante, somos de los países que menos lo hacen, falta ver cómo le podemos hacer para sensibilizar a más personas”.

A su vez, el coordinador de Logística del Banco de Sangre de la Cruz Roja Mexicana, Rodrigo González Pacheco, dijo que la actitud y las ganas distinguen a los donantes universitarios: “la mayoría son mujeres, en una proporción de 70-30 por ciento respecto a los hombres”.

Sangre azul y oro

Iván David Vázquez Ocaña cursa el séptimo semestre en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, y relató en entrevista por qué acudió a donar:

“Hace algún tiempo mi hermano menor llegó a necesitar varias donaciones de sangre, fue hospitalizado por mucho tiempo, y nos costaba tanto trabajo conseguir algún donador, que me hizo más consciente de la importancia de hacerlo”.

Lo hago dos o tres veces al año, esta sería mi ocasión número 18. Les pido que se acerquen y no tengan ningún temor o preocupación, es un acto muy necesario; creemos que nunca lo vamos a necesitar, pero puede ocurrir.

Emilia Fuentes Díaz, del séptimo semestre de Geografía en la Facultad de Filosofía y Letras, se refirió a la rapidez del proceso. “Fue divertido, mientras estaba donando me relajé, me sentí bien, y platicando me enteré que venimos a donar más las mujeres que los hombres, tal vez les da miedo, no quieren llorar o parecer vulnerables”.

Para María Saraí Luna Rodríguez, alumna de la Facultad de Química, es una acción altruista y los universitarios deberían donar si está en sus posibilidades. “Ya lo he hecho en cinco ocasiones, y regreso porque mi tipo de sangre es O Negativo, y es un poco complicada de conseguir”.

Luego de la extracción, Jaqueline Flores Juárez, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; y Valeria Reyes, de la Facultad de Química, se recuperaron y degustaron el desayuno que les ofreció Araceli Alanís, de la Cruz Roja Mexicana.